PERRELET WEEKEND THREE HANDS. DISCRECIÓN Y ELEGANCIA CON CALIBRE MANUFACTURA.

 

Por motivos que no vienen al caso, me he dejado caer por la Relojería Matra, aquí en Santander, esta misma mañana. Como siempre, el trato exquisito de Antonio y su personal. Y como otras veces, algún descubrimiento que realmente merece la pena.

Concretamente el reloj que os traigo hoy al blog, de una firma minoritaria pero con una trayectoria apabullante: Perrelet. La verdad es que no sé muy bien dónde ubicarla, porque siempre fue un "verso libre", pero la calidad percibida del Weekend Three Hands me pareció merecedora de echar un rato en contarlo y escribir esta entrada.

Perrelet. Existe desde 1777 (puede ser una de las firmas más antiguas). Hoy está integrada en el Grupo Festina, propiedad del español Miguel Rodríguez. Se ha atrevido a pisar terrenos que sólo transitan las firmas de "haute horlogerie" (turbillones, retrógrados, horas saltantes...) pero nunca, en la mente de los aficionados, se la ha ubicado en ese nicho.

Dicen, quienes le conocen, que Don Miguel da poca importancia a estas cosas. Dicen también, quienes entienden de relojes, que Perrelet tiene un potencial inmenso, y un grupo detrás (Festina) capaz de hacer cualquier cosa que se proponga. Vamos con el Weekend...

No es, ni mucho menos, una novedad, dado que fue presentado en 2019. Es uno de los relojes de acceso a la firma, por precio. Es un reloj para vestir, quizás no para diario y de éstos, ciertamente, hay múltiples opciones en el mercado. Pero el Weekend tiene muy buenos argumentos.

No se desliza por la pendiente del "downsizing" tan de moda y se queda en unos muy interesantes y proporcionados 39 mm de diámetro de caja. Una caja cuyo diseño no busca impactar, pero que exhibe unos acabados, como pude comprobar, excelentes.

No hay nada en la esfera que genere distracciones. Disponible en varios colores (negro, azul, plata, verde...) con acabados sunburst (discretos) y grafías escuetas, minutera y horaria se leen sobre ellas sin mayor problema (quizás algo menos sobre la versión verde).

Nada de luminova en marcadores (aplicados) y juego de agujas (minimalista) como corresponde a un reloj con vocación "dress". Fechador a las tres, mucho mejor integrado con su fondo blanco en la versión de esfera plata. Sería hasta prescindible. 

De lo que no tengo ninguna duda es que, lo que más me impresionó durante mi breve contacto con este Perrelet, fue su calibre. Acostumbrado a los movimientos habituales (ETASA, Miyota, Sellita...), el manufactura que porta el reloj es, visualmente, soberbio.

Denominado calibre P-321, queda expuesto a través de la ventana posterior, afortunadamente. Su decoración es espectacular, tanto a nivel del rotor como en el resto de componentes: pletina, puente del volante etc. Tiene una reserva de marcha de 42 horas, late a 4 Hz (28.800 alternancias) y tiene 25 joyas. 

Es un calibre contenido en grosor (3,85 mm incluida la masa oscilante) y ello permite que el Weekend tenga, de cristal a tapa posterior, tan sólo 9,5 mm de altura. La caja sólo soporta 5 atmósferas de presión.

El reloj está disponible con caja de acero o con tratamiento PVD oro rosa y la correa de dotación en piel o brazalete metálico de siete eslabones. En cualquiera de las opciones el efecto sobre muñeca es impecable.

Apto para vestir, discreto, bien proporcionado y sumamente elegante, es un buen ejemplo de un tipo de relojes de los que al menos uno debe estar en la caja de cualquier aficionado.

Por un precio a partir de 1.180 euros, no hay demasiados contrincantes en el mercado que puedan competir y presumir al tiempo de un calibre manufactura automático. Existen otras dos versiones: open heart y GMT, que podéis conocer en la página web de la compañía.

https://perrelet.com/es/3-weekend