CREPAS DECOMASTER Y MAGNUM OPUS. A LA ESPERA DEL DECIMOQUINTO ANIVERSARIO DE LA FIRMA.
Llevaba un tiempo pensando en hacer un reportaje de los dos Crepas que conmemoraron el quinto y décimo aniversario de la firma española. La Compañía Relojera Especializada para Actividades Subacuáticas inició su andadura en 2010. Hemos llegado al 2025 y continua al pie del cañón ofreciendo relojes de buceo singulares a profesionales, coleccionistas y aficionados.
Su filosofía y modus operandi siempre son los mismos: resucitar relojes subacuáticos descatalogados hace décadas, a veces de firmas extintas. Suelen ser modelos exóticos, codiciados por los coleccionistas y difíciles de hallar en un estado de conservación aceptable, muchas veces con precios abultados. Una línea de trabajo que sigue dando a la compañía española un gran resultado.
El DecoMaster y el Magnum Opus son dos relojes relativamente bien conocidos por los aficionados. El primero celebró el primer lustro de Crepas, en 2015, y el segundo, sus diez años en el mercado. Ambos tomaron como inspiración sendos modelos de Omega y, probablemente también, hacían un guiño al primer Crepas, el Le Grand.
Los tres comparten su origen Omega y los tres tienen en común su arquitectura de caja, de líneas casi idénticas a las del Flightmaster que la firma helvética presentó en 1969, y que utilizó en aquel reloj de aviador (y también en el Speedmaster MKIII) y extendió a los relojes de buceo de su colección. El Flightmaster era un reloj absolutamente radical en aquellos años (52 mm de longitud, 46 mm de diámetro con pulsadores y 15 mm de grosor). Algo casi monstruoso en aquella época.
Su característica caja, en versión monobloque, estuvo presente en el Seamaster 1000 metros referencia 166.0093 (alias "The Grand") y en el Seamaster 120 metros referencia 176.004 (alias "Big Blue"), tal vez dos de los relojes de buceo más icónicos de la historia.
Crepas se inspiró en el Seamaster 1000 para fabricar su primer reloj ("Le Grand"). Puso sus ojos en el Seamaster 120 Big Blue para su décimo aniversario ("Magnum Opus"). Y entre medias, resucitó un rarísimo prototipo del Seamaster 1000 entregado a un famoso buceador de la empresa COMEX, de nombre Jacques Monjoin, para ser testado en trabajos a gran profundidad en el "Proyecto Janus" a principios de los setenta. Prototipos similares muy tempranos fueron remitidos a dicha empresa a mediados de 1968 y al parecer utilizados en el "Proyecto Hydra I", de acuerdo con diversas fuentes. Al menos un prototipo de esta serie está expuesto en el Museo Omega, y sirvió de inspiración para el Crepas "DecoMaster", conmemorativo del quinto aniversario de la firma.
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Seamaster 1000 "The Grand" |
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Seamaster 120 "Big Blue" |
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Seamaster 1000 m prototipo (COMEX/Jacques Monjoin). Museo Omega |
Como curiosidad, añadir que no acaba aquí la fuente de inspiración de Crepas en Omega. En 2020 se presentó el modelo "Megamatic", fiel reproducción del Seamaster 1000 Megaquartz. Y en 2024 la firma española comercializó el "Aquamatic", retrotrayéndose a otro reloj icónico de Omega: el Seamaster 120 "Baby Ploprof".
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Seamaster 1000 Megaquartz (izda). Museo Omega |
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Seamaster 120 "Baby Ploprof" |
Bien, después de este breve repaso por lo más granado de los divers de Omega de la década de los sesenta y setenta (yo diría que en este elenco sólo falta el Seamaster 600 Ploprof y el Seamaster 200 SHOM), todos ellos fuente de inspiración de Crepas, vamos con el DecoMaster y el Magnum Opus.
En primer lugar, hay que hacer constar que son dos relojes casi masivos en dimensiones, no tanto en diámetro de caja (44 milímetros aproximadamente) como en altura (15 y 15,35 mm respectivamente) y L2L (55 y 52 mm). Eso sí, se benefician del diseño de la caja "flightmaster", con cierta convexidad en su cara posterior, lo que favorece su adaptación a la muñeca.
El DecoMaster es el más radical de la pareja, por diversos motivos. Tiene una longitud L2L algo mayor (55 mm es una medida que apenas se ve ya en los diver que se comercializan en estos días), va dotado de un peculiar y fiel al original juego de agujas (aunque Crepas también lo ofreció con una minutera y horaria similares a las del Seamaster 1000, de tipo plongeur) y muestra la característica numeración en su bisel, correspondiente a la escala de descompresiones "no deco" de la US Navy del año 1973.
Precisamente en esa escala Crepas se distanció ligeramente del modelo que lo inspiraba, utilizando los valores numéricos de la US Navy y no los originales del prototipo expuesto en el Museo Omega. En cualquier caso, para quien buscase un bisel más acorde con lo habitual, la firma española ofreció también una numeración clásica de sesenta minutos y además, un tercer bisel dotado de profundímetro cromático. Todos estos detalles nos parecieron "normales" a los aficionados en 2015... pero hoy en día resultan casi impensables en un reloj de su nivel de precio.
Ni qué decir tiene que Crepas se esmeró en cada uno de los detalles del DecoMaster. No sólo en los acabados de la caja, esfera y tapa posterior que veis en esta imagen (con el estriado horizontal inspirado en los reversos del Seamaster 1000) sino también en el calibre elegido: un ETA 2892-A2 acabado TOP.
El reloj acreditaba una estanqueidad de nada menos que 400 atmósferas, cuatro mil metros (certificados por un laboratorio independiente, K.U.M de Alemania) y es el modelo más resistente a la presión que la compañía española ha fabricado hasta la fecha.
Si el DecoMaster resultó ser un reloj excepcional en cuanto a lo que se ofrecía (calibre, certificado de estanqueidad, diferentes opciones de juegos de agujas y biseles), el Magnum Opus de cinco años después supuso un nuevo reto para la compañía. Se trataba de celebrar el décimo aniversario por todo lo alto y Crepas se propuso resucitar al Seamaster 120 "Big Blue". Algo con lo que, hasta la fecha, ninguna microfirma se había atrevido.
Aquí el reto estaba en conseguir un calibre actual que aportara la función crono con contador de minutos centrales original de aquel reloj. Omega utilizó en el "Big Blue" su calibre 1040, una modificación propia del Lemania 1340. Puede que ambos constituyan unos de los movimientos cronógrafos mejores de la historia de la relojería...
Me consta que Crepas sufrió lo suyo hasta dar con el calibre apropiado. No había muchos candidatos, y se recurrió al Dubois-Dépraz 2075. Un calibre modular, con base ETA 2892-A2, al que se añade un módulo cronográfico (Dubois-Dépraz es experta en este tipo de movimientos desde los años setenta) que permite la ansiada función de minutos centrales del crono, a través de una cuarta aguja.
Hasta que Crepas lo presentó en 2021, ninguna otra microfirma había seguido esta senda, y eso que el "Big Blue" era, indiscutiblemente, el reloj de buceo icónico por excelencia para recuperar en nuestros días. Y después, hasta donde yo conozco, sólo la renacida Aquastar ha presentado algo similar: la reedición del mítico Benthos crono de 1970.
Los acabados del Magnum Opus siguieron la estela de lo acostumbrado en Crepas, aunque en esta ocasión la tapa posterior era más sencilla (la de mi unidad aún conserva el plástico protector, como podéis apreciar). Crepas ofreció tres modelos diferentes: el crono, reproducción del "Big Blue" (edición limitada de 99 unidades), un GMT y un sólo hora.
El reloj que conmemoraba el décimo aniversario, en puridad, era el crono, no sólo por su complejidad técnica, sino también por suponer la resurrección del concepto de diver con función cronógrafo y contador de minutos centrales. Como anécdota, el Magnum Opus crono es uno de los Crepas con menos hermeticidad ("sólo" 200 metros), algo que viene determinado, probablemente, por la función cronógrafo y la presencia de los correspondientes pulsadores start-stop-reset.
Crepas continúa en su misma línea de trabajo desde 2010 y se ha consolidado como una de las microfirmas que ofrece relojes de buceo más singulares. Su ánimo no es diseñar piezas propias, sino recuperar modelos exclusivos, a veces minoritarios, de los años sesenta y setenta (ha habido también alguna incursión en los ochenta). Relojes que son difíciles de encontrar en buen estado, y casi siempre con precios abultados, como os comentaba al inicio de la entrada.
Estamos en 2025 y la compañía española me ha acompañado durante todos los años de afición. ¿Con qué nos sorprenderán para celebrar el decimoquinto aniversario? Estoy seguro de que merecerá la pena... Estad atentos.
Qué orgullo tener a Crepas en España!
ResponderEliminarPues sí. A pesar de que el mercado de las microfirmas es tremendamente exigente, siguen en la brecha. Tiene su mérito...Tengo verdadera curiosidad por el 15º Aniversario.
EliminarNO hay ni una leve vista por donde van a ir los tiros?
ResponderEliminarDe momento, silencio de radio.
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