FREDERIQUE CONSTANT SMARTWATCH VITALITY.

No hace demasiadas fechas tuve la oportunidad de compartir mesa y cena con tres buenos amigos, uno de ellos dueño de la Joyería Matra de Santander, Antonio. Un experto, amante de los relojes y ante todo un gran profesional.

En algún momento de la velada hablamos del futuro de los relojes de cuarzo, su adaptación al mercado en competencia con teléfonos móviles y smartwatches. También mencionamos el muy buen nivel de calidad y acabados de Frederique Constant (Matra es distribuidora) y precisamente de eso vamos a hablar hoy. De cuarzos "al día" y de alta calidad.

Frederique Constant posiblemente es líder en un nicho de mercado no demasiado competido. Relojes elegantes, refinados en sus acabados, yo diría que con vocación "dress" y... conectados. 

Lo debe hacer muy bien porque hace unos cuantos meses fue adquirida por Citizen (aunque mantiene al mando a sus dueños originales, Peter y Aletta Stas) precisamente para poder acceder a la tecnología y calibres "connected" que venían desarrollando desde hace casi un lustro. Los nipones consideraron que esa tecnología era puntera...

No creo que vayáis a encontrar un Frederique Constant que no resulte ser un reloj bien pensado y cuidado desde el punto de vista estético. No vais a disfrutar, en sus relojes conectados, lógicamente, de un calibre automático (la firma también trabaja a conciencia ese terreno) pero a cambio tendréis un reloj tecnológicamente avanzado, que se lleva de maravilla con cualquier teléfono móvil (Android o IOS).

Frederique Constant lleva varios años trabajando este segmento y efectivamente su trabajo es sobresaliente. Lo último, la serie Vitality (tanto en su línea femenina como masculina).

Como se puede observar son relojes con idea de ser utilizados en el día a día pero con un toque clásico (baste observar los numerales principales romanos) roto de manera más o menos abrupta por el display de información "técnica" a las seis.

Dicha información incluye casi todo lo que puede ofrecer un smartwatch en cuanto a conectividad con el teléfono móvil (notificaciones, aviso de mensages) y por lo que se refiere a actividad física, estructura del sueño, frecuencia cardiaca... Tambien tiene capacidad cronografo y doble huso horario, entre otras capacidades.

Los modelos de la colección femenina tienen una caja de 36 mm de diámetro, por 42 mm los de la colección masculina. No son relojes para sumergir, ya que resisten tan sólo 5 atmósferas de presión. En ambos casos se ofrece caja de acero o rose gold PVD.

En la tapa posterior se ubica un sensor de frecuencia cardiaca y por tanto no existe ningún motivo decorativo en la misma.

Quizás para otorgar a los relojes un aspecto más desenfadado existe la posibilidad de optar por una correa de caucho de dotación, bastante discreta, semiperforada y en diferentes colores. En caso contrario, podemos elegir el correspondiente brazalete metálico.

Por lo que respecta a diales, la gama masculina está disponible con esferas plata, azul o negra. En la colección femenina, se conservan las dos últimas y en vez de plata existe una esfera color chocolate.

Llega el momento de la valoración final. La verdad es que mi impresión es mixta. Me parecen soberbios el trabajo de acabados y estética del reloj. Pero... ¿realmente necesito estar conectado y recibir mensages en el reloj? ¿Es realmente útil poder monitorizar tu frecuencia cardiaca, o la estructura del sueño? Mejor dicho, teniendo esas capacidades ¿voy a prestarles atención de modo habitual?

Son preguntas que deberíamos hacernos si vamos a desembolsar entre 895 y 1.195 euros.




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