CHRISTOPHER WARD C63 SEALANDER BRONZE.

 

Una de cal, y otra de arena. Lo digo porque el reloj que viene hoy al blog es la contraposición al de la última entrada. Diseño, innovación, equilibrio entre lo que se ofrece y lo que se pide y confirmación de una línea ascendente.

Si quedé encandilado del C60 Sapphire, el diver con esfera de zafiro que os mostraba hace unos días, ¿qué decir de este C63 Sealander con caja de bronce y misma esfera? De verdad que Christopher Ward nos lo está poniendo bien difícil...

El primer detalle que busqué cuando se presentó ayer fue observar dónde se ubicaba en este nuevo reloj el logo de la compañía. Es el único pero (y bien leve) que le encontraba al C60 Sapphire y, en el C63 Bronze, se mantiene en la misma posición que ocupa en el resto de la colección, a las 12. 

Para regocijo de no pocos, incluido yo mismo, Christopher Ward vuelve a utilizar en este bronce su esfera de zafiro. Una pieza de tan sólo 0,6 mm de grosor, sometida a diversos tratamientos específicos para lograr su tono negro y su semi-opacidad (un proceso delicado y laborioso) y sobre la que se disponen los marcadores horarios aplicados (en este caso dorados) y la horaria y minutera a juego. Perfectamente legible, como ningún otro reloj "esqueletizado" que yo conozca, exceptuando los propios C60 Sapphire.

Los marcadores y juego de agujas van dotados con SuperLuminova Grado X1 BL C1, lo que nos va a asegurar un rendimiento irreprochable en condiciones de baja luminosidad ambiental.

La caja de bronce tiene un diámetro de 39mm, una longitud L2L de 45,8 mm y una altura de 11,25 mm, y soporta 15 atmósferas, lo que significa que confiere al C63 cierta solvencia como "reloj para ir a cualquier sitio y hacer cualquier cosa", igual que el resto de modelos de la colección con caja de acero. Eso sí, en este caso la caja de bronce permite una mayor versatilidad para utilizar este C63 como reloj de vestir, aunque ello dependerá también del tipo de pátina que vaya adquiriendo con el tiempo.

No hay variaciones en lo que se refiere al diseño de la caja, que la firma denomina "Light-catcher", en el que prima la ergonomía sobre muñeca como en el resto de la colección Sealander. Como se aprecia, la tapa posterior está confeccionada con acero y mantiene la ventana al calibre, con un cristal zafiro sometido al el tratamiento que el de la esfera.

Tanto a través de la esfera como por la tapa posterior tenemos acceso al calibre, que en este caso es un más que respetable Sellita SW200 con grado de cronómetro. Como tal, no debe presentar desviaciones superiores a -4/+6 segundos/día. En el rango de precios en los que milita este C63, no se puede pedir más... Tiene una reserva de marcha de 38 horas y viene decorado en su rotor con un patrón ajedrezado tipo colimaçoné.

Los atributos de precisión del reloj quedan bien anunciados en el propio cristal zafiro que constituye el dial, con grafías perfectamente equilibradas y sin saturar la esfera (en la que el protagonismo se lo queda el propio calibre y su disco del fechador), lo cual se agradece.

Como dotación, están disponibles una correa canvas negra, otra sintética de nylon, una de caucho negro y una última de piel marrón envejecida que, a mi juicio, es la que mejor le sienta al reloj (aunque si va a entrar en el agua, yo le añadiría el caucho o la banda de nylon).

En resumen, el C63 Bronce es el primer reloj con caja de este material y esfera de zafiro que se ha comercializado. Añade un calibre con certificado de cronómetro. Estéticamente es irreprochable (aunque me hubiera gustado algún otro color de esfera, por ejemplo azul o marrón) y mantiene la versatilidad de reloj "GADA" del resto de la colección Sealander.

El precio de 1.150 euros a mí me parece más que sensato para lo que se ofrece (con el código promocional 120LOUPE24, 120 euros menos). 

https://www.christopherward.com/sport-new/c63-sealander-bronze-cosc/C63-39ADC3-B00K0-VT.html

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