CHRISTOPHER WARD C60 SAPPHIRE.
Soy de la opinión de que la británica Christopher Ward es una de las compañías independientes más interesante y que más esfuerzos está realizando por progresar en los últimos años. Quizás esté un paso por detrás de Sinn, u Oris, por poner otros dos ejemplos de esta categoría, pero su trayectoria reciente a mi me parece más que meritoria.
Hoy vamos a echar un ojo a un reloj que no es una absoluta novedad (se presentó el año pasado) pero sin duda sí es uno de los divers más originales en la frontera de los 1K euros.
El C60 Sapphire forma parte de una serie de propuestas recientes de la firma, junto al C63 Sealander y el C65 Super Compressor, que busca salirse de lo habitual en este segmento de precios, innovando en materiales y diseño, sin caer en la estridencia.
Si el C65 Super Compressor innovaba en la arquitectura de su caja (el primer compressor "real" en décadas), el reloj que hoy nos ocupa lo hace fundamentalmente en su esfera.
El material utilizado para su fabricación es el zafiro. Ubicuo como cristal en infinidad de relojes, a veces también utilizado en los insert del bisel, pero prácticamente inédito como responsable de conformar una esfera.
¿A qué es debida su escasa utilización para este cometido? Básicamente, por la dificultad de su manipulación. La compañía afirma que se precisan alrededor de 20 pasos y más de 80 operaciones para fabricarlo (su grosor es de 0,6 mm) e insertarlo dentro de la caja del reloj. Un procedimiento delicado en el que el riesgo evidente es fracturarlo.
A pesar de ello, el resultado no puede ser más original y, lo que es más difícil, lo es sin caer en lo grotesco. Lo comento porque no soy precisamente entusiasta de los relojes "skeleton", alguno de los cuales, con precios de cinco y seis dígitos, son prácticamente ilegibles.
Nada de esto sucede en el C60 Sapphire, que sin ser estrictamente un reloj esqueletizado (más bien es translúcido, o semi-opaco), permite observar a través de la esfera la superficie superior de su calibre, sin interferir en absoluto en la lectura de la hora.
Sobre la esfera de zafiro se distinguen perfectamente los marcadores horarios, al tiempo que el juego de agujas queda nítidamente contrastado sobre ella (en parte debido a sus generosas dimensiones).
Además, tanto los marcadores horarios como las agujas y el segmento de los primeros 15 minutos del bisel y su triángulo van dotados con Super Luminova Grado X1 GL C1, cuyo rendimiento lumínico es extremadamente potente.
El reloj está disponible con tres colores distintos del zafiro que conforma la esfera: azul, naranja y negro. En los dos primeros, el ultrafino zafiro/esfera recibe una capa de pilicarbonato para que adquiera sus correspondientes colores, mientras que el caso del negro el cristal recibe un tratamiento de ahumado que consiste en el tratamiento del cristal en una cámara de vacío llena de de vapor de plata y grafito de carbono, calentados a 400 grados durante tres horas. Después de este proceso, nuevamente se introduce en otra cámara repleta de vapor de óxido de silicio, que confiere resistencia y estabilidad a todo el conjunto.
Para rematar la jugada, la tapa posterior incorpora una ventana al calibre del mismo material y en el mismo color.
La caja, de 40 mm de diámetro, combina superficies pulidas y cepilladas y es muy similar en concepto a las utilizadas en las últimas creaciones de la firma. Se dice de ella que tiene una excelente ergonomía sobre muñeca y como se puede apreciar, los acabados son de alta calidad y acordes al precio del reloj. Soporta hasta 60 atmósferas de presión.
El calibre utilizado es el sobradamente conocido Sellita SW200-1, por lo que aquí no hay sorpresas. Eso sí, en muy pocos relojes, por no decir en ninguno, tendréis la oportunidad de tenerlo tan a la vista.
Por lo que se refiere a la dotación, es posible optar por un brazalete metálico, dos correas de caucho a juego con o sin ribete naranja) o tres NATOs distintas.
El precio, según la opción elegida, oscila entre los 995 y los 1.115 euros. Ya sabéis que Christopher Ward realiza de manera regular ciertos descuentos (eso sí, cada vez más controlados y con mayor criterio...).
https://www.christopherward.com/home
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Hola!! Por fin algo que se sale en los "Bored divers" !!
ResponderEliminarMe he quedado pasmado ante la belleza de las tres piezas, de muy difícil elección, y más ante la creatividad de CW, una marce no siempre valorada en su justa medida.
Los últimos en sacarme los ojo, fueron el ZELOS HEMSMAN, en bronce, y el OBRIS MORGAN NEVON. Pero dentro de otros precios.
Hoy, el azul de la última foto, me quitará el sueño. A ver si me hace romper la promesa de "No más relojes".
Bellezas, sin un pero.
Gracias por tu tiempo!!
ps: te odio...jajajajajaaa!!
Tu misma reacción han tenido varios allegados también lectores del blog y aficionados a los relojes. Este ChW entra en la categoría de esas pequeñas gemas de firmas minoritarias o no tan conocidas que, a fuerza de imaginación y originalidad consiguen ofrecer relojes más atractivos que otras con mayor caché. Me sucede como a tí, está en mi lista de futuribles, no sólo el reloj, también la compañía...
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