ORIS AQUIS PRO 4000 METROS. UN NUEVO DIVER ABISAL.

 

El Titanic se encuentra posado en el fondo del Océano Atlántico a unos 3800 metros de profundidad. Sus planchas de acero, en avanzado estado de corrosión, soportan casi cuatrocientas atmósferas de presión. Lo que equivale a unos 413 kilogramos por centímetro cuadrado...

La diferencia entre el Titanic y el nuevo Oris AquisPro 4000m es que éste último está diseñado, en teoría, para soportar esos 413 kilos por centímetro cuadrado, y seguir funcionando. Ningún ser humano, si no es en un batiscafo, puede bajar a esa profundidad, pero relojes hay unos cuantos que pueden hacerlo, aunque cueste creerlo. Si no recuerdo mal, el "record" está en 25.000 metros (2.500 atmósferas) que soporta un alemán de la firma H2O.

Confieso que los diver extremos, o abisales,  ejercen una especial atracción en mí. De hecho, dos relojes de mi colección pudieran considerarse como tales (ambos de la española Crepas: Decomaster y Cayman; con certificación para soportar 400 y 300 atmósferas, respectivamente, los dos con calibre ETA 2824-2 TOP).

Este Oris que os traigo hoy pertenece a esa categoría y es un reloj aún más "bestia" que los dos Crepas. Es un auténtico armatoste y también un alarde cuyo único fin es el de dejar patente que Oris también puede hacerlo. Como Omega con su Planet Ocean Ultra Deep, por poner otro ejemplo.

Oris es, para mí, una de las más respetables firmas independientes que aún quedan en el mundo de la relojería. Y en cuanto a respeto, parece que ella y alguna otra (Sinn, Nomos...) están un paso más allá que las esclavizadas firmas del Grupo Swatch (y me refiero concretamente al hype de estos días del Blancpain X Swatch), demostrando que hay formas y formas de vender relojes...

Pero no nos distraigamos. Este Oris va dirigido a buceadores profesionales y a coleccionistas "hardcore". No es para el día a día, porque no es cómodo (no puede serlo un reloj que, aunque con caja de titanio, tiene una longitud entre asas de 55 mm, una altura de caja de 23,4 mm y un diámetro de nada menos que 49,5 mm). En cualquier caso, quien sabe de relojes caza al vuelo que es un producto que compite de tú a tú con el Omega Planet Ocean Ultra Deep y con el Rolex Deepsea Challenge en el plano técnico y con un precio muchísimo más competitivo...

Puede que algunos penséis que no juega en esa liga pero estamos hablando de un reloj con un calibre manufactura excelente (el Calibre 400 de Oris), con 120 horas de reserva de marcha, a consecuencia de su doble barrilete, antimagnético hasta 2.250 gauss gracias a su espiral de silicio y con rotor unidireccional montado sobre un sistema de cojinete deslizante que alimenta a los citados barriletes de manera mucho más eficiente. Y con 10 años de garantía y mismo intervalo de mantenimiento. Para mí, uno de los mejores calibres manufactura que se pueda comprar a día de hoy en relojes relativamente accesibles.

Otra de las innovaciones técnicas del Aquis Pro 4000m es su bisel, que incorpora un sistema de trincado que la firma denomina Rotation Safety System, y que impide movimiento alguno del mismo a no ser que el buceador lo desbloquee intencionadamente traccionando del mecanismo en dirección opuesta a la muñeca.

A cualquiera de nosotros este detalle nos resulta intrascendente o simple curiosidad, pero a un buceador profesional dicho mecanismo de seguridad le proporciona no poca tranquilidad y certidumbre de que el tiempo restante de su sesión de buceo es el que debe ser. Ya sabemos que ahora "bajan" con ordenadores de buceo, pero una herramienta ha de cumplir con total confianza su función, y este Oris es, como ya he dicho, una herramienta.

Estéticamente el reloj es impactante, pero como se observa mantiene los códigos estéticos de la familia Aquis. La esfera incorpora un estriado ondulado muy propio para un buzo como este y muestra un efecto fumé o degradado desde azul al centro al negro en la perifería.

El juego de agujas es muy similar al del resto de los Aquis. El cristal zafiro de varios milímetros de grosor se eleva desacomplejado por encima del bisel, con su insert cerámico (por cierto, atornillado al bisel, un detalle muy poco habitual) con escala de sesenta minutos y marcadores impregnados de superluminova a dos tonos (azul hasta los 15 minutos, probablemente BGW9, y verde el resto).

Si queréis le damos la vuelta (al reloj). Como no podía ser de otro modo la tapa es ciega, con el grabado de una tabla de descompresión que, evidentemente, es meramente testimonial, o decorativa.

Fin de la historia. Podéis considerarlo como alarde, puñetazo en la mesa o exceso de Oris, pero creedme, este es uno de los divers abisales más solvente disponible a día de hoy en el mercado. Hay que pagarlo, eso sí, pero no tiene un precio estratosférico: 5.700 francos suizos, prácticamente lo mismo en euros...