RELOJ CREPAS CAYMAN 3000. ANALISIS Y SENSACIONES EN LA MUÑECA.

Ésta es una entrada importante y algo apresurada, puesto que analizamos físicamente un reloj, el Crepas Cayman 3000, que ha despertado un enorme interés entre los aficionados a los relojes de buceo y que ha llegado a mis manos ayer mismo.


¡Al fin!. No es que Crepas demore en exceso la entrega de sus nuevos modelos desde que se produce su anuncio oficial, ni mucho menos. Pero a los aficionados siempre se nos hace ese tiempo de espera demasiado largo.


Tras varios años siguiendo con interés la trayectoria de la compañía malagueña y sus modelos, esta vez tomé la decisión de encargar a Ana y Pablo su nueva creación. No podía dejar escapar la ocasión de comprobar en primera persona si el inmejorable estado de opinión de los aficionados respecto a la compañía hacía justicia a la realidad.


Antes de nada una breve recapitulación de las características y el concepto del reloj.
Se trata conceptualmente de un diver "extremo", entendiendo como tal aquel reloj de buceo que puede soportar enormes presiones, las mismas que imperan en entornos subacuáticos a miles de metros de profundidad. El Cayman certifica una estanqueidad de hasta 4000m (400 atmósferas), habíéndose realizado los correspondientes test por la empresa alemana K.U.M. GmbH.







Respecto a las características técnicas, muy brevemente y como datos principales, movimiento ETA 2824-TOP, caja de 43 mm de diámetro, bisel con inserto de zafiro de 44,5 mm de diámetro, grosor sin cristal 16,90 mm, válvula de escape de helio, antimagnético hasta 70,000 A/m y cristal zafiro curvo con tratamiento antirreflejo. 


Bien, ahora las sensaciones.  


Ansiedad:

Es la sensación común antes del primer contacto con cada nuevo reloj, como bien sabemos todos los aficionados. A los más inquietos a veces no les deja apreciar la calidad de la presentación. En el caso del Cayman es excelente, al venir protegido por una caja lacada negra de alta calidad. Contiene el reloj, la tarjeta de garantía, una correa de nylon y dos herramientas para la sustirución del armis, un cierre clásico para éste último -que monta a la entrega el cierre de mariposa- y spring bars de repuesto.










 



Sorpresa:

De la caja, tras retirar las correspondientes protecciones plásticas, el reloj va directamente a la muñeca. Y, ¡sorpresa!, la adaptación es inmediata, se ajusta perfecto a mi muñeca de unos 18 cm de diámetro, sin precisar ajuste de los eslabones del armis. Bien, ha habido suerte, pues siempre me resulta una tarea delicada el añadir o retirar segmentos. Quien tenga una mayor muñeca, no debería tener problemas si instala el cierre clásico, que permite alargar ligeramente el armis. Además, probablemente Crepas pueda servirle también algún eslabón de repuesto.





 




Alivio:

Una de las mayores inquietudes de los aficionados era la altura del reloj. Casi dos centimetros, que habían constituído una de las principales críticas y que representaban, he de confesarlo, mi principal duda. Nueva sorpresa... y alivio: pasan casi inadvertidos. He tratado de averiguar a qué se debe ésta sensación sin llegar a una clara conclusión. Tal vez sea debido a la no excesiva longitud de la caja (50,5 mm) y al buen ajuste a la muñeca que ofrece el armis de granos de arroz. Sin duda no es un reloj como el Piaget Altiplano, pero de ningún modo resulta molesto y mucho menos aparatoso. Tampoco causa incomodidad el peso, otra de mis preocupaciones. Puedo decir que es un reloj con una ergonomía, en líneas generales, muy bien resuelta:





   





Comodidad:

Tras pasar una horas con el reloj en la muñeca la adaptación es perfecta. Y eso lo afirmo con bastante conocimiento de causa, ya que no echo de menos algunos de mis relojes mucho menos voluminosos, con cajas de 38-40 mm y no más de 12 mm de altura. Para quien el peso constituya motivo de incomodidad, la correa de nylon de serie o un buen caucho pueden ser la solución perfecta, aunque ya he comentado que yo ni siquiera me lo he planteado.











Satisfacción:

Es muy difícil que quien adquiera éste reloj pueda sentirse insatisfecho de la compra. La calidad de los acabados es simplemente irreprochable para relojes de éste segmento o incluso por encima. 

Los pulidos de la caja y del armis son extraordinarios. El bisel con inserto de zafiro, no excesivamente ancho, aporta elegancia y discrección, al no estar excesivamente sobrecargado. La limpieza del dial y el acertado diseño de las agujas redondean un conjunto realmente elegante. Ya lo comentamos en una entrada de éste blog y también se expresaba en otros foros: http://oceanictime.blogspot.com.es/2012/10/crepas-cayman-3000.html

Es probablemente la herramienta de buceo más elegante de todas cuantas existen ahora mismo en el mercado. Colocado en la muñeca, el Cayman confirma plenamente ésta afirmación.





 

  


En la fotografía superior podéis observar la acusada curvatura del cristal zafiro, a pesar de la cual se deforma sólo moderadamente la visibilidad del dial, un detalle a tener en cuenta a la hora de consultar el reloj desde un ángulo a partir de cuarenta y cinco grados. En mi opinión ésta contingencia esta bastante bien resuelta en el Cayman. Algo que he aprendido a apreciar (como tantas otras cosas) tras leer revisiones de aficionados muy expertos. De entre todas ellas, quiero destacaros éste enlace del maestro Vegaban, revisando en profundidad cinco divers cosecha de 2012, cuatro de ellos promovidos por foros relojeros españoles:
http://www.relojesparatodos.com/vb/threads/275026-Cinco-buzos-y-una-semana-santa....El-reportaje-%28-Paciencia-tarda-en-cargar-%29




Y ahora el análisis:


Es indudable que Crepas ha dado un salto cualitativo exponencial. La progresión de la compañía, apoyada en cada uno de sus lanzamientos por un buen número de aficionados incondicionales, resulta meteórica. 

Su último lanzamiento, el Cayman, aún se encuentra en un rango de precio "por debajo de lo que se ofrece" en mi opinión estrictamente personal. Como todo, ésta afirmación es rebatible, pero a mi modo de ver, el Cayman ha marcado distancias claramente respecto a los relojes de pequeñas firmas que comercializan series limitadas a través de sus páginas web. Sinceramente me siento afortunado de haber adquirido éste reloj al precio actual. Tengo la sensación de que tal vez no se repita semejante coyuntura.













Y es que Crepas aspira a más. Con el Cayman, y ésta es otra opinión propia, supera la calidad de compañías muy arraigadas del segmento básico-medio como puedan ser Tissot, Certina o Mido. Alcanza un peldaño más arriba y genera la duda, cuando nos planteamos adquirir un diver, de si merece la pena optar por un Longines (Hydroconquest) o incluso algunos Oris de buceo "de acceso o entrada" (Aquis Date y Divers Date). ¿Diferencias?. Tal vez sólo la inscripción "Swiss made" en el dial y el propio concepto del reloj, más "herramienta" y homenaje a un reloj (Ollech & Wajs Caribbean 1000) en el caso de Crepas.
¿Por delante?. Eterna, Omega y Breitling, por poner tres ejemplos y una nueva reflexión personal.




      






¿Críticas?. Tratando de ser ecuánime, la verdad es que muy pocas. La más obvia, la ya comentada del grosor. Aún dándose la afortunada circunstancia de la excelente adaptabilidad del reloj, Crepas no debería sobrepasar en sus próximos modelos el alcanzado por el Cayman. Y por ser ya muy, muy estricto (y porque a buen seguro algún aficionado más opine igual) se podrían cuestionar los endlinks, que ya suscitaron críticas en el momento de la presentación y que al final no se adaptan perfectamente al extremo distal de las garras. Un detalle absolutamente sin importancia, a mi modo de ver.











A modo de resumen final, los datos que Ana me ha facilitado amablemente. A día de hoy hay fabricados 200 Cayman (la serie completa son 299 piezas), todos vendidos. De ellos, 61 han quedado en manos de aficionados españoles y el resto se han adquirido en el extranjero, fundamentalmente en USA, Alemania, República Checa, Hong Kong, Holanda, Australia, Japón, Rusia, Finlandia y Suecia.

Esto lo dice prácticamente todo. Alcanzar a vender un producto en cualquier rincón del planeta desde una página web no se explica si no es superando en calidad y atención a firmas con muchísimos más recursos y una potente red comercial. Ayuda la limitación del número de ejemplares, sí, pero...¿alguien duda de que Crepas podría haber vendido el doble o el triple de Cayman?.




  





Podéis ver algunas imágenes más en la siguiente entrada del blog:




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Comentarios

  1. También tengo el Cayman, voy leyendo tu blog.

    Me gusta, no pares.

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    Respuestas
    1. Me alegro mucho. Espero que disfrutes el reloj tanto como yo. Seguiré tratando de hacer entradas que os agraden. Un saludo¡¡

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